Vómitos

 

Los vómitos en los niños suelen producirse por una infección estomacal, conocida como gastroenteritis o “gripe estomacal”, que suele estar causada por virus. Este tipo de vómito suele durar menos de 24 horas.

Antes de vomitar, los niños suelen sentir náuseas y pueden tener dolor abdominal. Esté atento a otros síntomas como fiebre, pérdida de apetito o diarrea. Los vómitos frecuentes pueden provocar deshidratación, así que esté atento a signos como micción menos frecuente, sequedad de boca o sensación de mareo.

Si su hijo empieza a sentir náuseas y a vomitar, dele pequeños sorbos de soluciones de rehidratación oral como Pedialyte cada 15 minutos. Esto ayuda a mantenerlo hidratado. Evite darle agua sola para beber, ya que no tiene los nutrientes adecuados. Si su bebé no vomita mucho, puede seguir amamantándolo o dándole fórmula. Para los niños mayores, las paletas de helado con electrolitos pueden ayudar.

Una vez que su hijo no haya mostrado signos de vómitos durante 6 horas, puede comenzar a ofrecerle alimentos como galletas saladas, tostadas o sopa. Estos alimentos se digieren fácilmente.

Llámenos de inmediato si nota que el vómito es de color amarillo brillante o verde en múltiples ocasiones, contiene mucha sangre o si su hijo parece extremadamente somnoliento y es difícil despertarlo, especialmente si tiene fiebre alta. Si los vómitos continúan más de 24 horas o incluso si su hijo parece estar bien, pero sigue vomitando, llame a nuestro consultorio de inmediato.