Tiña

 

La tiña es una infección cutánea común que no es causada por un gusano, sino por un hongo que prospera en ambientes cálidos y húmedos. Produce una erupción en forma de anillo que puede ser rosada, escamosa y ligeramente elevada, con un centro transparente. Esta erupción suele aparecer en zonas como los brazos, las piernas, el cuero cabelludo y el torso y puede causar un poco de picazón.

Es posible que la notes en lugares que tu hijo toca con frecuencia, como alrededor de los codos o las rodillas. Cuando afecta el cuero cabelludo, puede provocar parches escamosos, calvas e incluso zonas hinchadas que pueden parecer una infección bacteriana.

Los niños pueden contraer tiña al entrar en contacto con alguien que la tenga, al tocar elementos contaminados como toallas, ropa o incluso pelo de mascotas. Lugares como vestuarios, duchas públicas o cualquier lugar cálido y húmedo también pueden ser caldos de cultivo para este hongo.

Si notas una erupción sospechosa o si tu hijo se rasca mucho, es una buena idea consultar a nuestro médico. Generalmente, pueden determinar si se trata de tiña con solo mirarla, pero a veces, pueden tomar una pequeña muestra de piel para analizarla con un microscopio.

La buena noticia es que tratar la tiña es bastante simple. Las cremas antimicóticas de venta libre, como Lotrimin o Mycelex, o los aerosoles funcionan bien para los casos leves. Aplique la crema dos veces al día sobre la erupción y extiéndala aproximadamente una pulgada más allá del borde. Siga usándola durante una semana después de que la erupción haya desaparecido para asegurarse de que el hongo haya desaparecido por completo.

Sin embargo, si la tiña está en el cuero cabelludo o las uñas, es posible que se necesite una receta médica y el tratamiento podría demorar algunos meses. La clave es mantener la zona limpia y seca y seguir el tratamiento según lo prescrito, incluso si comienza a verse mejor antes de que termine.

Prevenir la tiña implica mantener la piel de su hijo limpia y seca, y evitar compartir elementos personales como toallas o peines. No es necesario faltar a la escuela o la guardería, porque después de 48 horas de tratamiento, la infección ya no es contagiosa.

Si la erupción no mejora después de dos semanas, llámenos para que podamos ayudar a su hijo a recibir la atención adecuada.