Influenza
La influenza, o gripe, es una enfermedad respiratoria que afecta la nariz, la garganta y los pulmones. Es causada por los virus de la influenza A, B o C, que cambian de forma cada año. Esto significa que su hijo puede contraer una nueva cepa incluso si ya ha tenido gripe antes.
La gripe se propaga rápidamente a través de gotitas que se expulsan cuando alguien tose o estornuda, y es muy contagiosa, incluso antes de que aparezcan los síntomas. Su hijo puede transmitir la gripe hasta que los síntomas desaparezcan, lo que suele tardar una semana.
Los síntomas suelen comenzar 2 días después de la exposición. Los niños mayores pueden presentar repentinamente escalofríos, fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, dolor de garganta, cansancio y tos seca, y los peores síntomas duran de 3 a 4 días. En los niños más pequeños, la gripe suele parecerse a un resfriado grave con fiebre alta, secreción nasal, tos, irritabilidad y falta de apetito. Los bebés también pueden tener un llanto ronco, una tos perruna o incluso diarrea y vómitos.
Si su hijo tiene dificultad para respirar, tiene los labios de un tono azulado o está extremadamente letárgico, llámenos de inmediato. Si tiene dolor de oído persistente, fiebre o tos profunda, comuníquese durante el horario de atención.
Para controlar los síntomas, administre acetaminofeno para la fiebre y el dolor, pero evite la aspirina, ya que puede causar complicaciones graves como el síndrome de Reye. Un humidificador puede ayudar con la tos, pero se deben evitar los medicamentos fuertes para la tos, especialmente en niños más pequeños.
Por lo general, no se necesitan antibióticos a menos que surjan complicaciones como una infección de oído o de los senos nasales. Tamiflu® es un antiviral que puede ayudar, pero es importante hablar de esto con nosotros primero.
Durante la gripe, los niños suelen perder el apetito, por lo que se debe alentar a los niños a que tosan líquidos y descansen. Dado que la gripe es muy contagiosa, enséñele a su hijo a cubrirse la boca cuando tosa o estornude y a lavarse las manos con frecuencia. Si su hijo tiene un alto riesgo debido a afecciones como el asma, las vacunas anuales contra la gripe son esenciales. Pueden regresar a la escuela una vez que no tengan fiebre y se sientan mejor, incluso si la tos persiste.