Lesión en la Cabeza
Una lesión en la cabeza en un niño puede variar desde un pequeño golpe o hematoma hasta algo más grave como una conmoción cerebral o incluso una fractura de cráneo. También puede provocar complicaciones como pérdida de conciencia, dolores de cabeza y hemorragia interna. Las lesiones en la cabeza en los niños son bastante comunes y, si bien la mayoría no son graves, es fundamental saber a qué prestar atención.
Esté atento a los signos de una lesión en la cabeza más grave, como náuseas o vómitos constantes, nueva pérdida de líquido transparente o sanguinolento por la nariz o los oídos, dolores de cabeza o mareos persistentes, convulsiones, dificultad para respirar, pupilas de tamaño desigual o que no responden a la luz y somnolencia o cambios de comportamiento inusuales.
Para determinar la gravedad de la lesión en la cabeza, generalmente comenzaremos con un examen físico. Según lo que encuentren nuestros médicos, podríamos usar pruebas de diagnóstico por imágenes como radiografías o tomografías computarizadas para obtener una imagen más clara de lo que está sucediendo en el interior. Esto ayuda a nuestro equipo a comprender la extensión de la lesión y decidir la mejor manera de tratarla.
El tratamiento depende de la gravedad de la lesión. Los casos leves de traumatismo craneal pueden requerir solo reposo y hielo, mientras que las lesiones más graves pueden requerir atención hospitalaria, observación o incluso cirugía. En las primeras horas posteriores a un traumatismo craneal, ofrézcale a su hijo solo líquidos claros, ya que podría vomitar. Puede administrarle acetaminofeno o ibuprofeno para controlar el dolor. En caso de cortes en el cuero cabelludo, limpie la zona con suavidad.
Si el sangrado no se detiene después de aplicar presión durante 10 a 15 minutos o si parece que el corte necesita puntos, llame a nuestro consultorio para programar una cita.
Siempre controle de cerca a su hijo durante las 48 horas posteriores a un traumatismo craneal, incluso si no perdió el conocimiento ni tuvo una convulsión al principio. Asegúrese de que evite los deportes u otras actividades hasta que un especialista pediátrico le diga que es seguro. Si se desarrollan nuevos síntomas o si está preocupado en algún momento, no dude en buscar atención médica.
La prevención de los traumatismos craneales implica garantizar entornos de juego seguros, el uso adecuado de cascos y el uso de cinturones de seguridad en los automóviles. La seguridad y la respuesta oportuna son clave para garantizar el bienestar de su hijo.