Enfermedad de Manos, Pies y Boca (EMP)

 

La enfermedad de manos, pies y boca (EMP) es una infección viral común y generalmente leve que suele afectar a niños de entre 6 meses y 4 años. Es causada por el virus Coxsackie A y, aunque suene aterrador, por lo general no es grave.

Los primeros signos que puede notar son fiebre leve, generalmente de entre 38 y 39 °C (100 y 102 °F), dolor de garganta y malestar en su pequeño. Poco después, puede notar que se le desarrollan pequeñas y dolorosas llagas en la boca y que aparecen sarpullidos o pequeñas ampollas en las manos, los pies, entre los dedos de las manos y los pies y, a veces, incluso en las nalgas.

La buena noticia es que la fiebre y el malestar general suelen desaparecer en 3 o 4 días, mientras que las llagas en la boca tardan aproximadamente una semana en sanar. Sin embargo, el sarpullido puede permanecer hasta 10 días.

La enfermedad de manos, pies y boca se propaga fácilmente, especialmente en lugares como las guarderías donde los niños están en contacto cercano, por lo que la buena higiene es clave. Lavarse las manos con frecuencia es una de las mejores maneras de prevenir la propagación del virus.

Después de que su hijo haya estado expuesto, los síntomas suelen tardar entre 3 y 6 días en aparecer. Son contagiosos desde un par de días antes de que aparezca el sarpullido hasta unos días después de que desaparezca. Su hijo puede volver a la guardería o la escuela una vez que haya desaparecido la fiebre.

En casa, ofrézcale a su hijo alimentos blandos que sean fáciles de tragar y abundantes líquidos transparentes. Las bebidas frías, los helados y las paletas heladas suelen ser calmantes. Evite darle frutas cítricas y alimentos salados o picantes, ya que pueden irritar las llagas en la boca.

Si es necesario, puede darle medicamentos de venta libre como acetaminofeno o ibuprofeno para la fiebre o el dolor. Para los niños menores de 4 años, una mezcla de Benadryl y Maalox aplicada en la parte delantera de la boca después de las comidas puede ayudar con las llagas. Para los niños mayores, la misma mezcla se puede utilizar como enjuague bucal.

Si las llagas o el sarpullido en la boca duran más de 10 días, o si su hijo tiene menos de seis meses, tiene el sistema inmunológico debilitado o no puede beber suficiente líquido, llame al consultorio. No obstante, tenga la seguridad de que su hijo pronto volverá a ser el mismo de siempre.